Situado en la nueva urbanización del mismo nombre, en cuyas aceras escasean las rampas con lo para acceder al hotel por una de ellas hay que irse a la calle contigüa, una vez en el hotel nos encontramos que para acceder a su interor hay un escalón de unos 7 cm, en el cual ponen una pequeña rampa de madera.
Una vez dentro tenemos el servicio de Sras del resturante, adaptado, es decir, hay espacio para maniobrar, tiene barras en el retrete, pero el lavabo es algo bajo y los interruptores muy altos.
Para acceder a la única habitación adaptada cogemos el ascensor (de 6 plazas, correcto), ya en la habitación nº 201, nos movemos bien con la silla. El baño con barra en el retrete, lavabo bajo (según que altura de silla te chocan las rodillas), interruptores altos y plato de ducha, no sumidero (por tanto con su escaloncito) y el espacio para maniobrar muy justo.
La cocina es amplia, pero la encimera y el fregadero un poco altos para llegar sentados.
El salón amplio. El dormitorio con dos camas que para pasar con la silla al lado opuesto hay que moverlas.
Por último, para salir al balcón hay que quitar las puertas correderas, pues si no, no se puede salir.