Termas Romanas de San Lázaro

Cruzando el acueducto de San Lázaro, en su lateral derecho, se encuentra el parque del mismo nombre. Es en dicho parque donde se ubican las Termas Romanas, que se construyeron a comienzos del siglo II y se usaron hasta el siglo III.

Estos baños públicos constaban de un vestuario que daba acceso a una sala de vapor, dos piscinas de agua caliente (mediante un horno subterráneo) y otra de agua fría. Este complejo termal evacuaba sus aguas en el río Albarregas. A estas dependencias se les sumaba un espacio abierto para practicar deportes (palestra) y una gran piscina al aire libre.

Se accede por varias entradas (una con baranda) abiertas en el acueducto o a través del paso de cebra de las aceras que rodean  este parque peatonal, el cual es transitable por su embaldosado. No se puede acceder al interior de las Termas, que están protegidas por vallas que no obstaculizan su visión.

En sus proximidades se encuentra el Circo Romano.