Murallas Exteriores, Burgo de Osma

Las murallas del Burgo de Osma fueron construidas por orden del obispo Pedro de Montoya el año 1458 y en su mayor parte se demolieron durante el siglo XVIII. 

La muralla fue construida con mampostería, cal y canto, reforzando los sillares en sus ángulos. A lo largo de la muralla se abrían numerosas puertas: al norte la Puerta del Postiguillo o de las huertas, la calle del alcázar, la Puerta Nueva y la de San Miguel. De todas ellas la única que se ha conservado hasta nuestros días es la Puerta de San Miguel.

El objetivo defensivo de la muralla, sirvió para prohibir la entrada a extraños y disminuir el contagio de enfermedades; igualmente permitió el cobro de impuestos de productos que entraban a la población. En estos momentos la muralla se encuentra restaurada, puesto que los deterioros producidos por el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas la habían dejado en un mal estado de conservación.

Una de las estampas más bonitas del Burgo se contempla desde el Puente Viejo, entrando a la Villa por la Puerta de San Miguel (la única conservada).