Aljibe Medieval de Teruel

Abandonando la Plaza del Torico nos encontramos con un monumento al agua, el Aljibe Medieval. Éste se comenzó a construir en 1373.

Al ser una ciudad amurallada, Teruel tuvo que proveerse forzosamente de medios de abastecimiento de agua, creándose los aljibes. El sistema tenía que ser limpio. Se construyó en cantería, utilizando betunes impermeables para que no rezumase el agua. Rectangulares o cuadrados con piedra marmórea, se llenaban por arriba, con un grifo para desaguar a nivel de fondo.

Lo curioso de la obra es mirar el interior y su boca de entrada. Tinajas y jarrones de cerámica unidos entre si forman una tubería, que pueden parecer rotos, pero que lejos estarlos, fueron agujereados para evitar su resquebrajamiento en tiempos de lluvias torrenciales.

Entre las características más destacadas del aljibe figura su bóveda de ladrillo apuntada. Los dos depósitos, que conforman una red de pasadizos visitable de 400 metros, estuvieron en uso hasta el siglo XIX. Después se utilizaron como escombreras y como refugios durante la Guerra Civil.

Es una visita imprescindible y muy didáctica.

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