Swagat es uno de los mejores restaurantes indios de la ciudad, prueba de ello es que la mayoría de las veces se va a necesitar reservar con antelación, además es probable que coincidas con algún famoso que le encante la comida hindú.
Nada más entrar llama la atención su decoración, paredes con colores muy vivos, piezas decorativas hindúes, cristales que caen del techo, mesas adornadas con falsos diamantes e incluso un balancín hindú donde se puede sentar par a comer.
En Swagat trabajan la dueña y su hija, con mucha tradición e interés por la gastronomía hindú, tanto ellas como el resto de camareras son muy simpáticas y amables, tienen un trato muy cercano con el cliente.
La comida está deliciosa, los platos tienen la esencia de la cocina india pero sin ser extremadamente fuertes sus sabores, de antemano te preguntan cómo prefieres la comida de picante. Tiene una carta bastante amplia y variada y un menú degustación que es ideal para aquellas personas que no son muy conocedoras de la cocina hindú y así poder para probar diferentes platos.
Por poner alguna pega se podría decir que la cantidad de comida en los platos es algo escasa, pero es algo común que ocurre en todos los restaurantes hindús, aún así la relación calidad-precio es buena ya que el trato del personal hacia el cliente es muy cercano, la comida es exquisita y el lugar bastante peculiar.
Accesibilidad:
La entrada al restaurante tiene un desnivel de unos 5 centímetros.
En la calle Núñez de Balboa 16 hay una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida.
El baño no está adaptado pero es bastante amplio para acceder con silla de ruedas.