Este restaurante alemán abrió sus puertas en el año 2001 en Jaén. Se trata de un lugar en continua evolución, pues tienen muy en cuenta las sugerencias de sus clientes.
Ofrece una variada carta de platos de la cocina tradicional y de vanguardia, todos ellos fundamentados en el aceite de oliva. Entre sus especialidades pueden destacarse el paté de perdiz casero o el solomillo de ternera con foie, regados con los mejores aceites vírgenes extra de la provincia, sin olvidar su selección de tapas. Entre sus productos estrella destacan también: el codillo estilo berlinés, el codillo braseado, el revuelto de bacalao y la ensalada templada de salmón. Además hay que probar sus postres caseros, tales como la tarta de queso.
Con frecuencia se hacen talleres de cocina así como talleres de cata de vino, los cuales han tenido bastante acogida.
Accesibilidad:
Hay una sola entrada principal, con una pequeña rampa a la entrada.
El espacio en el interior del local no es muy grande, pero se puede circular con comodidad. El establecimiento dispone de un salón aparte del principal. Las mesas no son accesibles en este último salón pues constan de bancos sin reposabrazos. En el segundo salón se puede acceder mejor al mobiliario. Hay un sector de la barra que permite el acercamiento de una silla de ruedas.
La entrada al cuarto de baño es más o menos sencilla. El inodoro dispone de una barra de apoyo abatible. En relación al lavabo se puede decir que en general es accesible pero que el espejo está algo alto.
La carta está diseñada con buenos criterios de accesibilidad.
En cuanto a los servicios especiales, se ofrecen como alternativa a quien lo precise productos bajos en sal, para vegetarianos, celíacos y diabéticos.