Cuenta con una ubicación privilegiada pues se encuentra en el Castillo de Santa Catalina. En su interior se conserva el esperado aspecto monumental, destacando con un marcado carácter árabe los arcos cruzados del salón principal así como las lámparas de forja de gran tamaño.
El ambiente es exquisito, en concordancia con la comida tradicional de su carta, que con frecuencia se presenta con un toque innovador. Además de la carta clásica, hay una variedad de menús con diferentes platos a elegir. Entre ellos destacan el menú catedralicio y los menús navideños, entre otros.
Dentro de su gastronomía tiene un gran protagonismo el aceite de Oliva, como podría esperarse de esta tierra de olivos. Un buen ejemplo de ello es la pipirrana jiennense con melva de aceite de oliva virgen extra. Hay que destacar también el bacalao y la témpura de verduras. Además se sirven tapas tales como aceitunas y ensalada campera. Otras exquisiteces son el salmorejo y los medallones de solomillo de cerdo ibérico con salsa cabañil. Destaca por otra parte la variada selección de vinos.
Tanto el servicio como el trato del personal son excelentes.
Desde el exterior se puede disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad, pues puede observarse el entramado de calles, así como los restos de la antigua muralla.
Tiene aforo para 190 personas, lo que permite albergar todo tipo de eventos.
Accesibilidad:
Hay un aparcamiento que dispone de tres plazas reservadas para personas con movilidad reducida. La distancia del parking al local es de unos cinco metros.
En la entrada principal hay una rampa. La puerta es automática. Hay una entrada secundaria, pero no es accesible.
En el salón se puede circular con comodidad. Hay tres partes separadas, un salón más pequeño junto a la barra, otro salón más amplio y otro accesorio. El mobiliario en general no está adaptado.
El cuarto de baño en general es accesible. Cuenta con dos barras de apoyo, las dos abatibles. El lavabo también es accesible, aunque el espejo está algo alto.
La carta está bien diseñada en términos de accesibilidad.
En el interior hay una rampa descendente para acceder al primer salón y una rampa ascendente para llegar al segundo. Hay dos terrazas, una de ellas accesible, para acceder a ella hay que utilizar una rampa descendente.
Disponen de sillas de ruedas para los clientes que lo precisen.