En el Antiguo Hospital de San Juan de Dios (un antiguo edificio monumental de uso sanitario que tuvo su origen en el siglo XV) se ha habilitado su sótano para albergar una cafetería-restaurante que ofrece lo mejor de su cocina en un entorno envidiable. El poder desayunar, tomar un tentempié o celebrar comidas o cenas grupales en un lugar en el que se respira la historia es sin duda un placer agradable.
Esta cafetería-restaurante, por esta razón, ha estudiado todo su mobiliario e instrumental para que éste no desentone con el edificio en el que se encuentra, creando un ambiente de sano equilibrio entre lo viejo y lo nuevo, lo histórico y lo contemporáneo.
Se trata pues de un establecimiento en el que el aporte es el doble a lo esperado; aúna el gusto por la comida y la comodidad con el conocimiento de una historia viva, pasada, presente y futura, que se crea cada día.
Dispone de la posibilidad de pedir menús e incluso contratarlos por encargo. Como cafetería sirven excelentes tostadas, cafés y muchos otros tipos de viandas y bebidas para afrontar el hambre mañanero y de media tarde que hace gruñir las tripas. Como restaurante destacan muchos de sus platos, como puede ser el salmorejo, la sopa de picadillo, el solomillo al Oporto con ciruelas, el excelente bacalao, o incluso sus postres variados.
Accesibilidad
El edificio no dispone de plazas de aparcamiento adaptadas, aunque a pocos metros existe un parking municipal que sí las tiene. Se puede llegar en transporte público adaptado. La entrada tiene un pequeño peldaño que aumenta en altura en su parte derecha debido a la pendiente, aunque es sorteable con silla de ruedas.
La cafetería se encuentra en el sótano, al cual se accede mediante un ascensor que dispone de botoneras en braille y relieve y colocadas a una altura accesible.
La circulación es sencilla, pues al local se accede por una puerta manual acristalada de doble hoja y considerable amplitud. El local se compone de un pasillo amplio con bóveda de cañón donde se sitúa el mostrador y algunas mesas, el cual da acceso a una sala de techo vacío más amplia con mesas redondas y de proporciones accesibles.
Los baños de la cafetería no son accesibles para personas con movilidad reducida pues cuentan con varios tramos de escalones, pero el edificio si tiene baños adaptados en la planta baja, con espacio suficiente para maniobrar y con inodoro con dos barras, fija y abatible.
Adaptan sus menús y comidas a todo tipo de dietas y necesidades especi