El bar-restaurante El Halago de Pilar se encuentra emplazado en los comienzos de la judería de la capital jiennense. Concretamente, se haya en una plaza recoleta, muy sencilla y vistosa, llamada de San Agustín, y muy cercano a la también plaza de los caños.
Es un establecimiento cuya modernidad en su decoración conjuga a la perfección con una carta basada en una cocina de raíces andaluzas. Esta castiza cocina, además, supone una inmejorable puerta de entrada a la judería y al casco histórico de la ciudad, no sólo por su ubicación, sino también por la rica colección fotográfica de Jaén en épocas pasadas, la cual decora sus paredes.
Dispone de una terraza muy agradable que los días de sol invita a sentarse y a disfrutar de unas bebidas en buena compañía. Además una fuente iluminada que rodea una de las partes de la plaza hace que los días de verano no parezcan tan calurosos.
Este bar-restaurante sirve su comida en forma de tapas, raciones y menús concertados. Entre las tapas destacan por ejemplo las patatas “chips”, de creación casera y propia del establecimiento. El salmorejo en su punto de ajo, montaditos de lomo, la tortilla de patatas, los boquerones, las sardinas a la plancha, y los guisos especiales en épocas de frío como los garbanzos con espinacas son otros platos que sin duda alegrarán el día a aquél que los deguste. En cuanto a las raciones, el lomo de orza y el huevo del halago son algunas de sus especialidades.
Accesibilidad
En lo que se refiere a la accesibilidad, cabe decir que es uno de los locales más accesibles que he visitado. Presenta una pequeña rampa de entrada, de fácil ascenso. El acceso se consigue a través de una doble puerta manual bastante amplia y de fácil apertura. La circulación por el salón es bastante cómoda, aunque la barra no está adaptada para personas en silla de ruedas. Respecto al baño, está bien señalizado, dispone de dos barras de apoyo (una abatible y otra fija), es espacioso, y todos los accesorios están colocados a una altura accesible.